LA DETENCIÓN DEL ABOGADO MIGUEL ANTONIO RAMÍREZ ¿UN CASO MÁS DE CORRUPCIÓN EN LA FISCALÍA DE NAYARIT?
Por: Ulises Rodríguez.
Mientras desayunaba esta mañana, con algunos amigos periodistas en la ciudad de México, llegó a mi teléfono el video que me envía una amiga, vecina también de mi barrio. En el archivo digital de poco más de 3 minutos se observa lo que parece ser una detención arbitraria.
Se trata del cuñado de mi amiga, perteneciente ella a una familia que conozco de toda la vida y por cuya honorabilidad respondo. El video fue sumamente oportuno pues justo hablaba con mis amigos de lo que ocurre en Nayarit y, entre muchos temas, de la corrupción que caracteriza desde hace ya varios años a la Fiscalía General del Estado, misma que se ha mantenido pese a varios cambios de régimen.
Si existe una institución que ha perdido toda credibilidad en nuestro estado, esa es precisamente la Fiscalía General de Nayarit. Señalado su titular en reiteradas ocasiones de participar en extorsiones contra particulares, políticos y exfuncionarios, no hay quien se atreva a pensar que en el edificio de avenida Tecnológico lo que se procura en verdad es la justicia. Los ciudadanos sabemos muy bien que en Nayarit, vale la pena cuidarse tanto de la Fiscalía como de ser víctima de algún delincuente. Perdone usted, amable lector, esta última oración. Contiene un error descriptivo. Algunos altos mandos en la institución son, por sus acciones, voraces delincuentes de los que hay que tener siempre cuidado.
Lo que ocurrió esta mañana y quedó registrado en el video en cuestión es la detención, presuntamente irregular del abogado Miguel Antonio Ramírez. Según se aprecia en el material que me compartieron, dos elementos que se identifican como de la fiscalía general del estado bajan al abogado de su coche -en el que iba acompañado por su esposa y por su hijo, de 5 años- sin mostrarle su nombre en lo que decían que era una orden de aprehensión y que durante los primeros minutos apenas blanden sin permitir su lectura. El abogado no opone resistencia y apenas le muestran el dato que solicitaba, coopera con los elementos que minutos antes lo empujaron y trataron de bajarlo de su vehículo por la fuerza.
Esta es una de las muchas historias que ocurren todos los días en Nayarit, sin embargo, llama la atención por algunos elementos. El detenido, Miguel Antonio Martínez, es defensor de que la cancha de Puerta de la Laguna siga siendo un espacio público del que puedan disfrutar los vecinos de las colonias cercanas y en general, la comunidad futbolera del municipio. En esta defensa, se ha enfrentado a los intereses de un particular quien dice ser el propietario de dicho espacio y quien, a juzgar por el atípico proceso de detención y reclusión del abogado, habría “pedido” alguna clase de favor en Fiscalía para amedrentar al abogado que esta noche duerme en el penal Venustiano Carranza por el supuesto delito de amenazas. Esto último no es una especulación, es la versión que se corre entre funcionarios de la fiscalía.
No conozco personalmente a este muchacho, pero confío en mi vecina, que es su familiar. Pedí de él algunas opiniones a personas que sí lo conocen y pedí también que se me explicara el contexto de su detención. Creo que es un buen ciudadano, uno más de las víctimas del sistema de impartición de justicia que favorece a unos y, sin miramiento alguno, es capaz de aplastar a otros, especialmente a quienes parecen hacer lo correcto.
Azorados, mis amigos me preguntaron si este era un caso aislado o se trataba de un procedimiento estándar en Nayarit. No les sorprende, desde luego, uno de ellos ha sido corresponsal en estados donde los casos de violencia son extremos y donde se ha documentado plenamente la corrupción del gobierno. Sin embargo, llama la atención que esto ocurra en una administración que se dice ser un referente nacional de lucha contra la corrupción y de impartición de justicia. Nada más lejos de la realidad.