Por: Ulises Rodríguez
El pasado 30 de agosto, a propósito de la visita a casa Nayarit de los entonces diputados federales electos Ricardo Monreal y Pedro Haces Barba, publiqué un artículo titulado “El Preludio”. El mismo hacía referencia a las declaraciones hechas en ese encuentro y donde el exgobernador zacatecano que hoy preside la cámara de diputados afirmó que la presidenta Sheinbaum “quiere mucho a Nayarit y quiere mucho al gobernador”. Afirmó además que en él tendríamos los nayaritas un aliado y enfatizó en el hecho de que “el gobernador no tendría que ir a México al congreso federal a pedir apoyos extraordinarios”. Menos de 3 meses después ha sucedido todo lo contrario a lo dicho en aquella reunión.
Según el paquete económico entregado hace unos días en la cámara de diputados por el secretario de hacienda, Rogelio Ramírez de la O, el presupuesto para Nayarit sufrió un recorte de aproximadamente el (-3.6%), lo que representa casi 2 mil millones de pesos menos que el recurso ejercido durante este 2024 -que de por sí, como bien sabemos, fue insuficiente-. El de nuestro estado fue uno de los 4 recortes más agresivos, junto a los de Colima (-4.09%), Campeche (-3.54%) y el estado de México (-3.96%). Ayer mismo, el gobernador Navarro Quintero acaba de hacer pública su inconformidad con el recorte presupuestal y anunció su disposición para gestionar un incremento en los recursos destinados para Nayarit para el próximo año.
Esta será una prueba de fuego para ver si personajes como Any Marilú Porras, Andrea Navarro, Gloria Núñez y Fugio Ortiz, defienden los intereses de los nayaritas o si, en cambio, agachan la cabeza para privilegiar sus propios intereses.
¿Por qué lo anterior es importante? Porque pone en riesgo nuevamente la estabilidad económica de todo un estado. El gobernador ha sido insistente en una supuesta recaudación histórica y en el manejo transparente de recursos públicos, sin embargo, esto no se ha visto reflejado en la capacidad para hacer frente a los compromisos que se tienen con sectores como los maestros, los burócratas y los universitarios. El año pasado, cuando el gobierno no tuvo la capacidad de pagar las prestaciones de fin de año a miles de trabajadores del estado, la economía sufrió un duro golpe. Muchos pequeños emprendedores reportaron pérdidas al no poder vender la mercancía que habían comprado específicamente para poner a la venta en esas fechas, lo anterior, debido a la falta de circulante.
Aunque los informes de gobierno sean triunfalistas, la realidad contrasta con ellos. Actividades primarias como el campo, la pesca o la ganadería no sólo se han visto afectadas por la intromisión de grupos criminales que extorsionan a quienes se dedican a ello, sino por la falta de apoyos institucionales que los ayuden a recuperarse de la crisis en la que ha caído ese sector. Las inversiones se han visto reducidas por la falta de certeza jurídica que se percibe en el estado derivado de las conocidas extorsiones oficiales operadas por Gabriel Camarena, Diana López y Javier Mercado. También por la persecución del régimen respecto de empresarios e inversionistas. Hace casi 3 meses, cuando publiqué “El preludio”, hablaba de un temor fundado de que nos fuera mal económicamente en los meses por venir. Hoy, dicho temor puede traducirse en una crisis que nadie quiere.
Hace días también, los medios que sostienen convenio con el gobierno estatal publicaban que la esperanza de vida en Nayarit había subido de 70 años en 2021, a 75 en este 2024. Recordé entonces las palabras del diputado federal Miguel Ángel Navarro Quintero, en 2008, cuando criticaba la presunción de cifras similares por parte del gobierno federal de Felipe Calderón. Decía el doctor “A veces se vive más, pero no se vive mejor”. Tenía razón.
Ojalá el gobernador logre, con Monreal y con Pedro Haces, verdaderos dueños de la cámara de diputados, los recursos suficientes para que la economía del estado no se vuelva a paralizar. Ojalá también que conozcamos la voz de nuestros legisladores y, sobre todo, su capacidad argumentativa y su compromiso con el estado. Si no pelean por este presupuesto, insistiré en que nos hubiera salido más barato enviar unas macetas al congreso federal.
ESCENA POSTCRÉDITOS: ¿Alguien sabe qué ha sido de Eugenio Álvarez, “el Kuare” y de Rito Galván? Uno, exalcalde del Nayar y el otro de Rosamorada. Ambos, sospechosos de cuantiosos desvíos de recursos durante sus gestiones, de estar vinculados con grupos criminales y de los más bochornosos episodios de corrupción, bien documentados. Los dos, postulados por el Partido del Trabajo y, como lo han documentado también, los periodistas Jesús Cervantes y César Delgado Martínez, protegidos el par de angelitos por el diputado federal Fugio Ortiz ¿qué les deberá para que los cuide tanto?