EL ACUERDO.

Por: Ulises Rodríguez.
El informe de los 100 días de la presidenta Sheinbaum fue el marco para que la dirigencia nacional de MORENA, cuya titular es la exsecretaria de gobernación Luisa María Alcalde y el que decide es el hijo del expresidente López Obrador, llevara a cabo varias reuniones con liderazgos regionales del partido oficial. Ante una oposición casi inexistente, los conflictos que enfrenta MORENA en los estados son del orden interno. Trascendieron, por ejemplo, la operación cicatriz en Tabasco, donde al gobernador May lo instaron a dejar en paz a su antecesor, Carlos Merino y al senador Adán Augusto López, a quienes el actual mandatario ha acusado no sólo de haber permitido que el crimen organizado se afianzara en esa entidad, sino incluso de formar parte activa de grupos delincuenciales. Hicieron lo mismo con Ricardo Monreal y sí, también con Adán Augusto, quienes en diciembre tuvieron una confrontación por la cancelación, por parte del senador tabasqueño, de varios contratos millonarios en los que estaba metido el diputado zacatecano que, dicho sea de paso, prometió que el presupuesto de Nayarit sería justo, antes de recortarnos 2000 millones de pesos. Monreal hizo lo propio y, en la aprobación del presupuesto de egresos, recortó los recursos del senado, para malestar de su compañero de movimiento. En pleitos menores, la dirigencia nacional de MORENA sentó en el banquillo al gobernador nayarita Miguel Ángel Navarro Quintero y a la presidenta municipal de Tepic, Geraldine Ponce.
El razonamiento en México es el mismo que para otras entidades: aunque los partidos opositores están disminuidos e incluso, algunos al servicio del gobernador, el conflicto abierto entre los Galván-Ponce y el doctor Navarro lo único que hace es exhibir al movimiento de López Obrador como lo que realmente es: igual que los del pasado que tanto critican. En México hicieron eco las acusaciones de que, por ejemplo, las exhibiciones en medios de comunicación donde se ilustra el ostentoso nivel de vida de la alcaldesa de Tepic, sus accesorios y ropa de lujo, la frivolidad de su conducta y los múltiples actos de corrupción del gobierno que encabeza, son alentadas y financiadas, en su mayoría, por el gobierno estatal. Misma acusación que hizo el gobernador respecto del ayuntamiento capitalino quienes, dice, patrocinan campañas mediáticas donde exhiben los actos de corrupción de su gobierno, que son bastantes también, hay que decirlo. En la refriega, sin embargo, dejan mal parado al partido que les permitió acceder al poder, mismo que dice exaltar principios que contrastan con lo que denuncian unos de otros.
La reunión habría terminado con un pacto: cesar el golpeteo, intentar mantener una relación institucional y ponerse de acuerdo para el 27. En ese sentido, ambas partes convinieron. El doctor no obstaculizaría más el camino de los Galván-Ponce a palacio de gobierno y ellos entregarían Tepic a Elizabeth López Blanco en las siguientes elecciones. No es nada nuevo, si me permiten el comentario.
Igual que sucedió con Ney González, que no pudo heredarle la gubernatura a Raúl Mejía en 2011 cuando Roberto Sandoval se hizo de la candidatura al gobierno del estado y tomó para uno de los suyos la presidencia municipal de Tepic -el Toro González Curiel- o cuando el propio Roberto se olvidó de apoyar a Manuel Cota, el candidato del PRI en 2017 y optó por distribuir apoyos entre Toñito, el Dr. Navarro y Layín, pero impuso como candidato a alcalde de Tepic a Carlos Saldate, igual está por sucederle al Dr. Navarro, quien parece haber abandonado a su suerte a Héctor Santana y se concentrará en controlar el congreso y el Poder Judicial a su salida, blindando además a la consejera en materia educativa más cercana a sus afectos con la presidencia de Tepic. El factor para esta decisión, más que sentimental es táctico por varias razones: el gobernador sabe muy bien que la exdirectora de SEPEN ha operado, desde el 2021, un mecanismo de desvío de recursos en la institución de servicios educativos, misma que se ha extendido a las universidades tecnológicas, al INIFE y, recientemente, al Congreso del Estado. A diferencia de los muchos robos de Camarena, Diana López, Mercado y demás integrantes de la mafia del poder, los de López Blanco sí son rastreables y la dejarían expuesta frente a una hipotética nueva administración deseosa de venganza. A nivel nacional, la política de la 4T ordena total impunidad para los gobernadores que les han servido… pero el acuerdo no incluye a los funcionarios ni a la familia de esos gobernadores y allí es donde nace la necesidad de dejarla blindada.
La primera muestra de buena fe de dicho acuerdo fue, sin duda, la asistencia del doctor Navarro al informe de los 100 días de Geraldine Ponce. Y es que, con evidentes expresiones de desgano y sonrisas fingidas, hay que reconocer que ambas partes hicieron lo políticamente correcto. Al gesto del mandatario, la presidenta municipal correspondió en su discurso con palabras de reconocimiento. Borrón y cuenta nueva.
Atrás quedaron los agravios, la detención de Galván, el audio donde el gobernador afirmaba “que lo mandaba al infierno” y los señalamientos de los Galván Ponce en el sentido de que, si algo le ocurría al jefe de gabinete, la culpa sería del gobernador del estado a quien la alcaldesa calificó de “mala persona”. Y es que, uno de los efectos secundarios de la búsqueda del poder, parece ser la amnesia. Si alguna duda pudiéramos tener, basta con observar las últimas votaciones del cabildo capitalino, donde los regidores afines al doctor Navarro secundan ya las propuestas hechas por la presidenta municipal.
No nos confundamos como ciudadanos. Este acuerdo, de ninguna manera significa que se vayan a poner de acuerdo en gobernar juntos para el bien de los habitantes de Tepic. Lo que en verdad significa es que cada uno puede robar lo que quiera sin que el otro los exhiba y que se repartirán posiciones rumbo al 27. Igual que lo hiciera Roberto Sandoval la noche del 1 de julio del 2018, cuando ganó la elección presidencial Andrés Manuel López Obrador y en Nayarit arrasó MORENA, la fuerza política al que él apoyó y cuyo triunfo festejó cambiando su foto de perfil por una sonriente imagen suya, así lo hizo también Galván recientemente. Sonríe pleno y confiando en el futuro. Imagina el exdiputado priista, seguramente, que podrá adueñarse de todo lo que hoy tiene a su disposición el gobierno del gigante dormido. No debe ser el único. En alguna parte del mundo, el exgobernador Ney González debe sonreír también por su inminente regreso si resulta triunfadora su apuesta para el 27. Otra vez -pensará Ney- le ganará a su compadre, igual que en el 2005.
ESCENA POSTCRÉDITOS 1: El acuerdo no incluyó a la senadora Jasmín Bugarín, que tiene más presencia en los municipios que la propia presidenta municipal de Tepic y tiene a 3 ayuntamientos operando política y económicamente para su proyecto. Ciertamente, la senadora tiene acceso en la ciudad de México a las mesas donde se deciden muchas cosas y un partido que la respalda, será interesante su reacción frente a esta nueva realidad. La competencia por la candidatura al interior del oficialismo sigue siendo entre ellas dos.
ESCENA POSTCRÉDITOS 2: Hace unos días, en un encuentro con medios de comunicación, el gobernador Navarro afirmó que, quienes señalamos a Gabriel Camarena de apropiarse de terrenos en Bahía de Banderas éramos sinvergüenzas y cínicos. Y lo escribo de esa forma, porque el saco me quedó. Yo lo he señalado y lo sostengo. Estoy preparando una respuesta para el gobernador, pero les he de confesar, amables lectores, que no había podido escribir hasta esta noche. El síndrome de la página en blanco se apoderó de mí y durante días fui incapaz de escribir una buena línea. Creo, incluso, que éstas no lo son, por lo que procuraré responder al resto del doctor a través de un video. Varios amigos me preguntaron si vería al gobernador en persona y no, la respuesta es no. No creo que él tenga interés en platicar conmigo y yo no lo tengo tampoco de sentarme con él y que ese hecho se pudiera prestar a una mala interpretación. Gabriel Camarena no es la madre teresa que el doctor nos quiso vender en su conferencia, sino un vulgar ladrón que actúa con el cinismo y la confianza de saberse protegido por un hombre que afirma en sus discursos defender a Nayarit mientras en los hechos lo entrega a los delincuentes. Agradezco su comprensión.