A mitad del camino.
Hace días, mi amigo Rigo Miranda me preguntaba que si existe alguna clase de encono de mi parte hacia el Dr. Navarro. Sabiendo la magnitud del cariño que le tengo a quien hoy dirige nuestro estado y de la admiración que alguna vez le profesé, mi amigo no entiende la severidad de mis críticas. Le respondí con la verdad: del doctor guardo extraordinarios recuerdos y le tengo mucha gratitud. No sólo fue él quien me dio mis primeras dos oportunidades laborales, sino que me permitió aprender mucho a su lado, fue, en muchas ocasiones, un padre sabio más que un amigo. El doctor Navarro estaba destinado -le dije a Rigo- a convertirse en el mejor gobernador de Nayarit. Su extraordinaria capacidad intelectual, la serenidad y la experiencia que -se supone- le habían dado los años, su amplia carrera política de casi 4 décadas, el buen corazón que muchos amigos le conocimos y la enorme red de contactos que poseía en la administración federal hacían de su persona el perfil idóneo para darle rumbo a nuestro estado. No sucedió así. De seguir por el mismo rumbo que ha trazado los últimos 3 años, el doctor Navarro será recordado como el peor mandatario en la historia de Nayarit y, ante una oposición temerosa y disminuida, necesita que los ciudadanos libres alcemos la voz y elevemos nuestras críticas por los medios a nuestro alcance. Le decía a mi amigo que, de esa manera, no tendrán los gobernantes pretextos para decirse engañados. Le quedan todavía tres años de ejercicio constitucional y no es tarde todavía para corregir el rumbo.
Hoy se cumple un trienio de que rindió protesta como gobernador del estado, una responsabilidad a la que había aspirado desde la elección de 1999 y que tardó más de dos décadas en llegar. La lógica nos indicaría que debería estar aprovechando cada minuto para sacar a Nayarit adelante y construir así un legado que le permitiera pasar de manera positiva a la historia de nuestra tierra. En lugar de eso, se ha abandonado a sus rencores al mismo tiempo que endilga en otros la responsabilidad que los nayaritas le entregaron en las urnas en junio del 2021.
Mientras siguen los enfrentamientos en Huajicori, mismos que han costado ya decenas de vidas y el desplazamiento forzado de muchas familias que no se resignan a vivir en medio de la guerra entre cárteles; mientras Nayarit enfrenta una crisis sanitaria que tiene a la población postrada ante el dengue y se asoma una crisis financiera de fin de año que, seguramente, impedirá el pago en tiempo y forma para miles de trabajadores activos y jubilados, el mandatario sigue enfocado más en sus venganzas políticas personales que en hacer su trabajo: gobernar. Para esa tarea, tiene, por un lado, a Elizabeth López Blanco a quien la presidencia de MORENA no le ha impedido ser la mandamás en SEPEN, en el Congreso del Estado, en las Universidades Tecnológicas y prácticamente es ella quien decide hasta los más mínimos detalles en media administración estatal. Para eso están también Diana López Zurita y Gabriel Camarena quienes encontraron en Javier Mercado un aliado ideal para saquear al estado de todas las formas posibles. Estos personajes que aparecieron de la noche a la mañana en Nayarit tienen su origen en un grupo de operadores financieros vinculados a MORENA, mismo que, desde Tamaulipas, supieron involucrarse con al menos 3 senadores con aspiraciones de gobernar sus respectivos estados: Rubén Rocha Moya de Sinaloa, Américo Villareal de Tamaulipas y Miguel Ángel Navarro, de Nayarit.
El asesinato, en noviembre del 2021 del empresario Sergio Carmona, mejor conocido como “el rey del huachicol”, fue el punto de partida para rastrear los intereses de este grupo que transita entre la informalidad del crimen organizado y la legalidad de los gobiernos estatales, municipales y el federal, financiando candidatos para después “asesorar” gobernadores. Las consecuencias de estas alianzas non sanctas, desde luego, las estamos pagando, desde luego, los ciudadanos.
De nada nos sirven los simbolismos. Puede el gobernador no solo retirar las fotografías de sus antecesores, sino hasta quemarlas y bailar sobre ellas, pero mientras tenga enquistados en su gobierno a los mismos personajes de esas administraciones que ya robaron, que ya traicionaron y que ya mintieron, el discurso de marcar distancia con el pasado será eso, un mero discurso.
De nada sirve tampoco el dar el grito de independencia sobre la calle, pretendiendo roce con los ciudadanos, si ante las demandas de la sociedad, las verdaderas demandas, el gobierno ha guardado silencio y en ocasiones hasta se ha dicho ofendido por los señalamientos justificados que se le hacen a la presente administración.
Van tres años de un gobierno que ha sido de todo, menos humano, honesto ni humilde. El gigante que prometieron despertar hoy está noqueado y saqueado. Sin embargo, nunca es tarde para rectificar el camino.
ESCENA POSTCRÉDITOS: Antier, los Galván Ponce obtuvieron del cabildo capitalino un cheque en blanco por, al menos, 240 millones de pesos que pueden utilizar a su antojo durante los próximos 3 años. Hoy hubo sesión en el congreso del estado y nadie mencionó, ni por accidente, el tema. Situaciones como esa nos hacen entender -una vez más- que estamos solos como ciudadanos y son la razón por las que los partidos opositores cada vez están más alejados de los ciudadanos, un alejamiento que se refleja en los resultados electorales, como hemos visto.
La fotografía que acompaña el presente texto es emblemática, pues representa la supremacía de los poderes fácticos sobre los formales en Nayarit. triste realidad la nuestra.