Lo único que puedes saber sobre la suerte es que, tarde o temprano, cambia.
Bret Harte
En la nueva pirinola Nayarita… ¡¡Todos pierden!!
El pasado domingo 11 de agosto quedará grabado en la memoria de muchos personajes nayaritas del ámbito político local puesto que, lo que debió ser una fiesta para los pueblos originarios, para la cultura y el arte nayarita, se convirtió en una muestra absoluta de poder. Una muestra en la que hemos perdido todos como en aquel juego de la “pirinola” (vaya paradoja, el dichoso edificio inaugurado pareciera ser una gigante pirinola).
¿Recuerda usted aquel juego también conocido como “toma todo”?
Bueno, pues perdió el presidente Andrés Manuel López Obrador, porque el último evento en una de las ciudades que más visitó durante su sexenio, pudo ser aprovechado como una despedida apoteósica y convertirse en la verbena popular del pueblo cercano a su persona; pues no fue así y el evento se desvió hacia otros fines.
Perdió la presidenta electa Claudia Sheinbaum porque su respaldo y apoyo a la actual presidenta municipal electa, se lo han pasado por el arco del triunfo las autoridades estatales, pero ella sigue tomando nota de lo que está pasando en nuestro Estado y no duden que tomando posesión, será una de las primeras entidades donde dé el golpe en la mesa para poner orden.
Perdió el Gobernador del Estado quien sufrió, de nuevo, una exhibición pública por parte de sus asesores, quienes lo retrataron como una persona berrinchuda, una vez más.
Perdió Geraldine Ponce presidenta del municipio de Tepic, porque la pusieron a ras de piso tras las vallas, sin importar absolutamente nada. Ese barandal frente a ella la ponía a una distancia por más dolorosa y, así justifiquen la infamia con el cuento de los protocolos y el origen del presupuesto para la obra, eso de ninguna manera puede ser una explicación válida. ¡Existe algo que se llama “cortesía”, elemental cortesía! ¿Se imagina usted que en París o en Los Ángeles en las recién concluidas Olimpiadas hubieran dejado en las gradas a las presidentas de ambas ciudades con la excusa de que era un evento internacional? ¿sabe usted cuanta infraestructura deportiva queda en las ciudades sedes de las Olimpiadas? ¡Y aquí nos ahogamos con una sola!
Pero quien más perdió, fue la cultura y el arte nayarita y con ello todos los ciudadanos de este nuestro querido Nayarit. Los pueblos originarios fueron utilizados una vez más solamente como ornato, mientras el Ayuntamiento se rodeaba de su estructura cultural, el Estado lo hacia con su secretario de turismo y allí ya tenemos el mayor de los problemas.
En lo que los tres ordenes de gobierno se ponen de acuerdo en cómo funcionará este edificio, continuaremos en el limbo que probablemente nos llevará a tener otra ciudad abandonada y con ella ya perderíamos la cuenta.
En fin, en la pirinola del poder todos apostaron, pero al final todos terminamos por perder… algo que en estas tierras del Nayar se nos está empezando a hacer costumbre.