El político debe de ser capaz de predecir lo que va a ocurrir mañana, el mes próximo y el año que viene, y de explicar después por qué no ha ocurrido.
Winston Churchill.
El Cerro de San Juan: Un Ecosistema en Riesgo por la Desidia Administrativa.
Por: Luis Alberto Bravo Mora.
Tepic, la capital de Nayarit, se erige entre tres guardianes naturales que no solo embellecen el paisaje, sino que también protegen el medio ambiente. Sin embargo, el más emblemático, el Cerro de San Juan, ha sido testigo de una lucha constante entre la preservación y la explotación indiscriminada de sus recursos naturales. El actual gobierno, al inicio de su mandato, emitió un decreto para salvaguardar esta joya natural de la depredación ambiental. No obstante, la ejecución de estas medidas ha estado lejos de ser efectiva, dejando a la población en un estado de incertidumbre y desconfianza.
El decreto, en su inicio, logró detener las operaciones de varias empresas dedicadas a la extracción de materiales pétreos de las faldas del cerro. Este hecho, sin embargo, provocó un aumento en los precios de los materiales de construcción, argumentando una escasez que en realidad respondía a una regulación más estricta y necesaria. La ciudadanía, en un inicio, aplaudió la medida, esperando que el gobierno cumpliera con su promesa de proteger el medio ambiente.
Pero la realidad pronto se encargó de desvelar las fisuras en la implementación de este decreto. Denuncias ciudadanas comenzaron a surgir, señalando que una empresa continuaba con la extracción de materiales con la aparente complacencia de las autoridades. Esta situación generó una serie de preguntas inquietantes: ¿por qué esta empresa sí y otras no? ¿Quién estaba detrás de esta impunidad? ¿Dónde estaba la autoridad del gobernador en todo esto?
El punto de inflexión llegó cuando el diputado Luis Enrique Miramontes, conocido por su apodo “El Pecas”, durante una de sus habituales ascensiones al cerro, decidió explorar una ruta diferente. Lo que descubrió fue indignante: la empresa aún operaba con total impunidad. Sin dudarlo, Miramontes utilizó sus redes sociales para hacer pública su inconformidad y, fiel a su estilo combativo, presentó una demanda ante las autoridades. La ciudadanía, que había permanecido en silencio ante esta injusticia, ahora tiene los ojos puestos en el desenlace de esta acción legal.
Este episodio evidencia una vez más la falta de compromiso de la gente que trabaja al lado del gobernador, quien parece caminar cada vez más solo, rodeado de asesores y colaboradores que fallan en actuar con eficiencia y transparencia. La falta de coherencia en la ejecución de políticas ambientales no solo erosiona la confianza ciudadana, sino que también pone en riesgo el patrimonio natural de Tepic.
Es urgente que el gobernador tome el control total de su administración y trabaje de la mano con aquellos que realmente buscan el bien común. Es hora de actuar con decisión y transparencia, de escuchar las voces que claman por un Tepic y un Nayarit sostenibles y equitativos. La ciudadanía ya no tolerará más promesas incumplidas ni medidas a medias; exige acciones concretas y responsables para proteger lo que es suyo por derecho.
La preservación del Cerro de San Juan no es solo un asunto de regulaciones gubernamentales, es una cuestión de justicia ambiental y de compromiso con las futuras generaciones. Tepic merece un liderazgo que esté a la altura de este desafío.