PUNTO CRÍTICO.
Hasta los años 80’s, los motores económicos de Nayarit (y de Tepic) eran la producción de caña de azúcar y los ingenios de Puga y de Menchaca; la siembra del tabaco y las plantas cigarreras; el pequeño comercio y el dinero que se dispersaba a través de la burocracia, los maestros, los trabajadores universitarios y el sector salud…
Pero poco a poco los principales generadores de economía y desarrollo para Nayarit se fueron extinguiendo:
Primero se acabó la producción de tabaco y por ende cerraron la gran mayoría de las empresas tabacaleras.
Luego comenzó la crisis en los dineros públicos, producto de la bola de rateros que hemos tenido que soportar los nayaritas, lo que generó el escamoteo de los salarios a la burocracia y la pérdida del poder adquisitivo de miles de familias, lo que se reflejó en el comercio.
Y ahora la quiebra del Ingenio de Puga qué traerá consigo crisis también para miles de familias que viven de la siembra de la caña de azúcar.
Como motor económico sólo queda el turismo, con la lamentable consecuencia de que casi todas las empresas turísticas y grandes hoteles tienen sus sedes fiscales en otros lugares, por lo que no pagan impuestos en Nayarit.
Sí a ellos le sumamos qué sobre los productores de agave pende una espada de Damocles y que no hay apoyos gubernamentales sólidos para los productores agrícolas en otros rubros, el escenario es de pobreza.
Lo más probable es que nos lleve la tristeza.
(En la foto, cañeros con el doctor Miguel Ángel Navarro).