Hace unos días desaparecieron de Pochotitán cuatro jóvenes indígenas y la Fiscalía de Nayarit informó que se les localizó en Mazatlán; la institución reconoció a la población por compartir la búsqueda. Por cuestiones de protocolos, las autoridades de Sinaloa aún las mantienen en ese Estado, me lo dice el padre de una de ellas y desconocen qué sucedió.
Hoy leo en algunos medios que informan del suceso opiniones de personas criticando y afirmando (sin conocer los hechos) que “se fueron de vacaciones”, “que merecen una paliza”, “que se gastan el dinero de sus padres en viajes”, por decir lo menos.
Cuando desaparece una niña, niño, alguna persona, lo que queremos es que aparezca viva, vivo.
En el periodo de Veytia, desaparecieron muchas personas y algunas afortunadamente regresaron de la muerte. Tuve conocimiento de algunas jóvenes que nunca dirán, ni ellas ni sus padres por las monstruosidades que pasaron. Por eso pregunto a las mujeres y hombres que hacen comentarios sin base: ¿Querían que aparecieran muertas?