El contraataque del PRI
¡A la carga mis calientes!
Por: Octavio Campa Hernández.
El pasado fin de semana todos los partidos políticos en México se pusieron en marcha para dar inicio a una larga y costosa precampaña por la elección de diputados federales del próximo 7 de junio.
En estas elecciones, además del Poder Legislativo se elegirán nueve gobernadores y se renovarán los congresos regionales en 17 estados.
Se augura un panorama muy competido y donde el resultado puede ser para el presidente Enrique Peña Nieto, la clave de la gobernabilidad en la segunda mitad de su mandato.
Los gobiernos de extracción priísta, como es el caso en Nayarit con Roberto Sandoval Castañeda, se están sumando a la estrategia partidista y en ese sentido hacen ajustes a proyectos, equipos de trabajo, perfilan cuadros y amarres con quienes aspiran a un escaño en el Congreso Federal.
En ese sentido el presidente Peña Nieto recarga ánimos y vuelve a prometer: aprobación de nuevos instrumentos legales de transparencia pública y combate contra la corrupción, un plan de choque de reformas económicas contra la desaceleración, fortalecer el respeto a los derechos humanos, el refuerzo de las medidas contra la pobreza y acelerar la construcción de viviendas e infraestructuras.
Todo eso y mucho más nos puede prometer de nuevo, pues los últimos sondeos publicados en ‘El Universal’ y ‘Reforma’ otorgan al Partido Revolucionario Institucional una intención de voto del 30%, cinco puntos por delante de su más directo competidor, el PAN, y a gran distancia de la resquebrajada izquierda mexicana (y eso que los sondeos, según dicen, coincidieron con los peores momentos del caso Iguala).
¿Será verdad la aceptación y por tanto posible permanencia del PRI como primera fuerza? ¿Les alcanzará en Nayarit para mantener los tres distritos? ¿La oposición superará sus desavenencias, es más, habrá oposición?
La verdad es que la partidocracia mexicana está consumida en si misma, los intereses de partido y sus corruptelas hacen inviable un futuro promisorio para nuestro país; por lo tanto, y a falta de un verdadero empoderamiento ciudadano de la política en México, no es de extrañar que las prácticas de mercadeo político que emplean todos los partidos, les seguirá dejando pingües dividendos, asunto donde el PRI, lleva la mayor tajada.
¿Y el “pueblo”?
¡Bien gracias, entre lagrimas y risas terapiándose en el facebook!