Analogías.
PUNTO CRÍTICO.
Para combatir a los cristianos que comenzaron a ser una minoría significativamente importante en el Imperio Romano, El César de ese momento llamado Nerón mandó prenderle fuego para las casas dónde habitaban.
Y mientras ardía Roma, cuentan los historiadores sin que sea necesariamente verdadero, Nerón tocaba el arpa viendo como el fuego consumía las viviendas de los cristianos.
Y en el México actual, mientras los delincuentes emprenden una narcoguerra en muchas ciudades importantes del país, como Tijuana, Ensenada, Mexicali Ciudad Juárez, Celaya, Salamanca, Guadalajara, Morelia y otras muchas otras, nuestro Nerón toca el arpa en las mañaneras.
El presidente López Obrador en lugar de tomar acciones punitivas en contra del narcotráfico, se dedica a tocar el arpa diciendo que son hechos que se magnifican por los periodistas fifís y chayoteros aliados con la derecha conservadora, Y que nuestro México lindo y querido no pasa nada.
Es verdaderamente lamentable el espectáculo que vemos todas las mañanas en las “mañaneras” del Peje, que son una antología de estupidez, negligencia y carencia de objetivos para sacar adelante al país.
En muchos lugares de México la autoridad ha sido rebasada por el narco que gobierna sin ningún escrúpulo, sin ningún lindero y sin que ninguna autoridad les marque el alto.
El Peje ha intentado todo tipo de ocurrencias para operar el combate al narcotráfico y la seguridad del país, primero desapareció la Policía Judicial Federal, a la Policía Federal de Caminos y otras instituciones, para crear la Gendarmería y luego creó la Guardia Nacional, supuestamente civil, pero ahora en una actitud que sólo los cangrejos hacen, dio marcha atrás y nuevamente la Guardia Nacional es parte del ejército, al que tanto cuestionó cuando era candidato.
Sin embargo su política de abrazos y no balazos ha sido nefasta para México, puesto que los crímenes aumentan exponencialmente y el narcotráfico asola al país, dejando tras de si una estela de destrucción, sangre y violencia qué afecta la economía y las vidas de millones de inocentes.
Nada refleja más la actitud de la cuarta transformación ante la violencia del narco que las palabras expresadas por la presidenta municipal de Tijuana, quien en lugar de condenar y combatir al narco, le pidió los comerciantes que paguen la plaza para evitar ser asesinados y sus negocios destruidos.
La cuarta transformación es una vergüenza y quien no la quiera ver está como dijo la señora Tancha Pineda: requetebien tontejo.
Gracias a Dios en Nayarit no vivimos en la violencia de las narco guerras y tenemos tranquilidad para transitar y para convivir en lugares públicos.
Eso debe de reconocerse.
Sin embargo somos la bisagra que mueve la puerta por donde transitan dos grupos importantes: los de Jalisco y los de Sinaloa, quienes en cualquier momento pueden agarrar a Nayarit como escenario de su confrontación…
Ojalá y no.