Triple jaque al país
De tres bandas
Aunque la ganancia de 13 centavos obtenida el miércoles pareció quebrar la ruta descendente en el precio de la mezcla mexicana de petróleo, de acuerdo al Banco Mundial la debacle seguirá latente durante el año. Una golondrina, pues, no hace verano.
Por: Alberto Barranco.
Tomado de: El Universal.
El escenario coloca triple jaque al país. Desde un ángulo la dramática baja que alcanza más del 60%, considerando que se había llegado el año pasado a un record de 103 dólares, pone en tela de duda la concurrencia de postores privados al reparto del pastel de la renta petrolera.
Más allá, la imposibilidad de excedentes frente al precio promedio del barril de petróleo previsto para el año, le coloca alas a la posibilidad de más recursos para las entidades federativas.
En la misma ruta, de acuerdo a lo previsto por el fondo petrolero, parte de los excedentes se etiquetarían para que los gobiernos municipales y estatales cubrieran un girón de los boquetes en materia de recursos para garantizar el retiro de sus trabajadores, lo que implica que el alud seguirá creciendo.
Como usted sabe, baje hasta donde baje el precio del barril de crudo mexicano, la Secretaria de Hacienda garantizó un precio de 76.4 dólares vía la contratación de una cobertura cuyo costo se elevó a 773 millones de dólares, o si lo prefiere 10 mil 467 millones de pesos.
Colocada la referencia promedio para el año en 79 dólares, el remanente, es decir siete mil 994 millones de pesos, se extraería del Fondo de Estabilización.
Para el gobierno, pues, no habría traumatismo financiero, por más que el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, ha reconocido que podría haber ajustes sobre la marcha al presupuesto si no se completara éste.
Lo inaudito del caso es que hubiera señalado que el boquete no se cubriría con nuevos impuestos, lo cual habría provocado un colapso más a la economía y de pasadita a la credibilidad de la dependencia tras garantizar estabilidad fiscal hasta el 2018.
La afectación más grave, decíamos, será para las entidades federativas, cuya esperanza de un mayor flujo en sus participaciones les habrá permitido enfrentar sus problemas de sobrendeudamiento.
Existen al menos cuatro de ellas cuyas deudas sobrepasan con mucho el monto de las participaciones que les otorga el gobierno federal. Estamos hablando de Coahuila, Chihuahua, Nuevo León y Quintana Roo.
En el primer caso, el monto alcanza el 254.4% de lo que les otorga anualmente el gobierno; en el segundo el 245.7; en el cuarto el 241.8, y en el tercero el 200.4.
Veracruz y Nayarit rebasan el 100%.
El punto álgido, sin embargo, se centra en la regla que habla de destinarse parte de los excedentes petroleros a los fondos de pensiones estatales y municipales, cuyos boquetes constituyen una bomba de tiempo.
Desentendido por años del problema el gobierno federal, el faltante de reservas ha crecido en forma exponencial, colocando en jaque la estabilidad social ¿Qué pasará cuando los maestros de las universidades regionales, los trabajadores públicos, los médicos de los servicios estatales de salud se enteren que no hay fondos para garantizar su jubilación?
Aunque el gobierno ha escondido las cifras, instituciones académicas han rastreado por su cuenta, colocando los focos rojos en tres entidades: Veracruz, Puebla, Guerrero y Colima.
En menor riesgo estarían Durango, Baja California, Chihuahua, Sinaloa, Chiapas, Yucatán, San Luis Potosí, Querétaro, Tlaxcala y el Estado de México.