Sofocar internautas disidentes, inútil esfuerzo del gobierno de R.S.C.
Nayarit Altivo
Por: Oscar González Bonilla
El gobernador de Nayarit, Roberto Sandoval Castañeda, comete infamia al ordenar bajar o clonar páginas electrónicas cuyos contenidos le resultan incómodos.
Francisco Javier Castellón Fonseca, catedrático de la Universidad Autónoma de Nayarit, sostiene además que ese accionar lo único que demuestra es la falta de cultura política democrática, “política autoritaria que priva hoy en nuestra entidad no practicada desde el gobierno estatal hace muchos años”.
Opina que se trata de obstaculizar algunos círculos informativos o en otros casos acallar voces opositoras por parte de quienes son operadores del gobierno en redes sociales e internet, producto de cursillos de marketing sobre administración de crisis política que “reciben en oscura oficina, donde les enseñan mañas tecnológicas para contener expresiones no favorables al poder”.
Es de la idea el maestro de la Unidad Académica de Economía e Informática que el personal adiestrado se divierta como adolescente al aplicar conocimientos en tumbar páginas de opositores, “cuando la verdadera política se hace en otro nivel y no en el ring virtual”.
Castellón destaca que los operadores pagados por el gobierno de la gente hacen uso de resquicios jurídicos en Facebook, por ejemplo, donde un usuario puede denunciar a otro con el argumento de que ha sido ofendido en posteos, por consiguiente la empresa baja la página en tanto se hace la investigación. “Manera de actuar que en los últimos días se ha registrado en Nayarit”.
“En espacios como Nayarit pueden bajar, incluso clonar, páginas porque el activismo cibernético en contra o a favor del gobierno estatal está concentrado en un puñado de ciberactivistas en número de cien cuando mucho, comunidad que todo el tiempo estamos en las redes posteando noticias u opiniones políticas. Nacionalmente es más difícil, no me imagino a Gobernación o la PGR tirando 20 mil o 30 mil páginas”.
Como senador por Nayarit (2006-2012) a Francisco Javier Castellón le tocó en suerte conocer acto de represión, hasta con cárcel, de dos activistas del ciberespacio en el Estado de Veracruz por el gobierno de Javier Duarte de Ochoa en agosto de 2011.
Maruchi Bravo Pagola y Gilberto Vera, en medio de la ola de violencia vivida en esa entidad postearon en el instante las balaceras que vieron alrededor de una escuela. Por ello, el gobierno veracruzano los acusó de terrorismo, derivación en ola de pánico.
Los dos fueron detenidos, golpeados e internados en el penal de Pacho Viejo, en Jalapa. Hasta allá fue el senador Castellón, pero pese a su investidura no le permitieron verlos.
Castellón se involucró en este asunto porque como presidente de la comisión de ciencia y tecnología del Senado defendía la garantía de la libertad en internet, todavía en debate mundial.
Se integró el senador nayarita en un movimiento nacional que a la postre mutó en internacional nombrado “Internet Necesario” en defensa de los twiteros, cuya fuerte presión provocó que el gobernador Duarte diera marcha atrás en la acusación de terrorismo, pero a través del Congreso del Estado forzó la aprobación de una ley para crear el delito de incitación a la violencia, inexistente en Veracruz, para ser aplicado a los detenidos.
Favoreció que al gobernador de Veracruz en esos días de agosto tiraran veinte cadáveres, producto de la ola de violencia, fuera de la Casa de Gobierno. Para evitar enfrentar dos asuntos monumentales el gobernador Duarte de Ochoa liberó a Maruchi Bravo y Gilberto Vera.
Considera Castellón que el gobernador de Nayarit, Roberto Sandoval, podría cometer algún error al castigar a cibernautas incómodos, por tanto verse involucrado en un asunto nacional de la naturaleza narrada.
“El de Nayarit como el de Quintana Roo, Estado de México y Veracruz, entre otros, se ha significado por ser gobierno autoritario. Los mencionados tienen el control en la mayoría de los medios escritos, incluso electrónicos, no hay información sin censura, las voces de la oposición no se escuchan, por lo tanto las redes sociales y el internet se han convertido en un verdadero canal de comunicación para la oposición, entonces hacia allá los gobiernos intolerantes han enfocado sus baterías.
“Obstaculizar páginas de voces disidentes, me parece un esfuerzo inútil de parte del gobierno de Roberto Sandoval, porque la actual tecnología tiene muchos caminos, y esos caminos serán utilizados por los ciudadanos y grupos de oposición a regímenes autoritarios como el que ahora tenemos en Nayarit.
Claro que a los gobiernos de los distintos niveles favorece la crítica más que la alabanza, considera Castellón Fonseca, pero según su apreciación en el gobierno de Nayarit hay funcionarios que ello no lo creen, por la sencilla razón de que no tienen la formación política democrática, la mayoría son improvisados, muchos con menos de diez años en la política sin haber aprendido a tolerar opiniones críticas cuando ejercen el gobierno. “Esta política que creíamos sepultada ha resurgido gozando de cabal salud”.
“La cultura de lisonja, de que tú eres el mejor, de que los cocodrilos vuelan, pero bajito, eso dicho por los de escasa cultura política tiene efectos devastadores. Pero no sólo la política autoritaria existe en el PRI sino en todos los partidos.
Un gobierno municipal naciente enfrenta, según apreciación de Francisco Javier Castellón Fonseca, no sólo la cerrazón sino una campaña armada en su contra desde el gobierno de la gente en medios escritos y electrónicos, también en las páginas de internet con operadores y perfiles que aprovechan las cosas más absurdas para atacar al presidente del Ayuntamiento de Tepic, Polo Domínguez.
“Se trata de evitar que Polo crezca políticamente y por consecuencia prevenir que logre llegar a la gubernatura de Nayarit. Este es un movimiento mediático deliberado que conlleva el propósito de acotar a los medios independientes que podrían apoyar al Ayuntamiento de Tepic, es una fórmula que no falla”.