Cárcel al expresidente salvadoreño Francisco Flores
Acusado por los delitos de malversación de fondos públicos y enriquecimiento ilícito, Flores es el primer expresidente salvadoreño que va a dar a la cárcel
–ElPionero.- El Salvador, 19 de septiembre.- Fuerzas especiales de la policía trasladaron este viernes al expresidente Francisco Flores a los calabozos de la División Antinarcóticos, donde esperará la audiencia inicial en los tribunales de justicia para responder los delitos de malversación de fondos públicos y enriquecimiento ilícito por unos 15 millones de dólares.
Flores es el primer ex presidente salvadoreño que es enviado a la cárcel.
El ex mandatario, que vestía camisa blanca y una chaqueta, salió caminando de su casa, con las manos esposadas, fue introducido en un vehículo del Grupo de Reacción Policial y traslado al cuartel de la División Antinarcóticos donde permanecerá hasta noviembre cuando inicie el juicio.
La Cámara Primera de lo Penal revocó la víspera el arresto domiciliario y ordenó que fuera enviado a una cárcel del sistema público.
Flores huía de la justicia salvadoreña y tenía una ficha roja de la Interpol y orden de captura desde mayo.
El subdirector de la policía, Howard Cotto que supervisó el traslado, dijo a los periodistas que, “hemos sido notificados por el tribunal y he ordenado tanto a la subdirección de Áreas especializadas que ejecute el traslado y a la División Antinarcóticos que reciba al detenido”.
El juez de instrucción, Levis Italmir Orellana, ordenó el 5 de septiembre que el expresidente, de 54 años, fuera puesto bajo arresto domiciliar luego de que se presentara sorpresivamente en los tribunales para responder a las acusaciones en su contra tras estar prófugo durante cinco meses, pero un tribunal superior revocó la decisión.
La resolución de la Cámara Primero de lo Penal, firmada por los magistrados Guillermo Arévalo Domínguez y Carlos Sánchez, indica que aún persiste el peligro que el exmandatario se fugue.
Dicen que el exmandatario no ha justificado de manera razonable y objetiva los motivos que le impidieron asistir al llamamiento de la justicia, y por ende su evasión no se encuentra justificada.
Los magistrados también señalan que el haber huido sin que lo pudieran capturar durante cinco meses, demuestra que hubo “una necesaria red de apoyo”, que le permitió permanecer oculto y también presentarse de manera inesperada, rebasando los controles normales de las autoridades.