El preludio.
Al momento de escribir lo presente pasa de la una de la tarde, es quincena. El sueldo de miles de trabajadores en activo y jubilados no ha sido depositado en sus cuentas por el gobierno del estado. Es el mismo gobierno que tiene tres años insistiendo en ser el responsable del saneamiento de las finanzas públicas y de una recaudación histórica, gracias, claro está, a que en este gobierno nadie se roba el dinero, como en las pasadas administraciones. Lo cierto es que la mediocre construcción de obra pública con recurso propio y los problemas para pagar el salario de los trabajadores son un indicador inequívoco de que las cosas no van tan bien como pretenden hacernos creer.
Preocupa -y mucho- que estos problemas se hayan mantenido durante el gobierno federal del presidente López Obrador, que dice querer mucho a Nayarit y ser amigo del gobernador. En diciembre pasado, por ejemplo, las prestaciones de fin de año fueron cubiertas hasta el mes de enero y gracias al adelanto de participaciones federales ¿no que estamos tan bien?
Hoy Nayarit tiene otro escenario. La presidenta electa de la república es una mujer que conoce muy bien lo que ocurre en Nayarit gracias a los Galván Ponce, con quienes hizo alianza política en el proceso interno de selección de candidato de MORENA a la presidencia de la república. A ellos agradece la distracción de recurso público de los tepiqueños para la promoción de su imagen en todo el estado durante los días en que el gobernador echaba a andar toda la maquinaria estatal para apuntalar a su amigo, Adán Augusto López a una candidatura que, desde el principio se supo, no sería suya. La presidenta electa, igual que el saliente, es víctima de sus complejos y tiene muy buena memoria, recuerda el trato que le dio el gobernador cuando vino a Nayarit pidiendo su apoyo durante la precampaña. Ojalá que no tengan que pagar, miles de familias de trabajadores en nuestro estado el mal cálculo
Hace unas semanas, durante la visita de Ricardo Monreal a Nayarit, para promover las supuestas bondades -para ellos- de la reforma judicial propuesta por el presidente López Obrador, el que será coordinador de los diputados federales de MORENA, sostuvo que “a Nayarit y al gobernador, los quiere mucho la presidenta electa”.
Dijo también que los nayaritas tendremos en él un aliado y que el gobernador no tendrá que ir al congreso federal a pedir apoyos extraordinarios. Lo cierto es que, durante los últimos 6 años, el presupuesto para Nayarit ha disminuido sin que a nuestros legisladores federales les importe y también sin que los gobernadores Echevarría y Navarro metan las manos. La expresión del exgobernador zacatecano y la del mandatario nayarita distan mucho del entusiasmo y el optimismo. En sus expresiones y en los problemas para el pago de salarios en esta quincena, los nayaritas advertimos un preludio de días nublados.