La esperada audiencia.
Yo creo que ya es buen momento de judicializar la carpeta contra la diputada Alba Cristal- le habría indicado el gobernador Miguel Ángel Navarro al fiscal Petronilo Díaz Ponce- le pido por favor que sea detenida a la brevedad.
Palabras más, palabras menos, esa habría sido la indicación del mandatario hacia el fiscal, durante la mañana del lunes 5 de agosto pasado, fecha misma en la que la Fiscalía armó la carpeta de investigación contra la legisladora, quien esa misma mañana regresaba de la feria de Nayarit en California. Lo que habría motivado dicha indicación y la molestia del gobernador, sería la cercanía que tuvo la expresidenta del Congreso con el senador Pavel Jarero -viejo adversario político del actual mandatario- en aquel viaje y una nota que circuló en algunos medios de comunicación locales en el sentido de que ambos políticos podían tener una relación, digamos, un poco más personal.
Lo anterior me lo dicen personas bien enteradas del entorno de palacio de gobierno. Es un tema personal, desde luego, que nada tendría qué ver con los asuntos que a todos nos competen, de no ser por el hecho de que los tiempos coinciden a la perfección y, de ser verdad, estaríamos no ante un acto de justicia sino de despecho, político o personal, no importa, no sería la justicia que pedimos para un caso como este.
El lunes 5 de agosto por la mañana circuló la nota a la que se hace referencia y, justo después de su publicación, habría sido girada la instrucción de echar a andar el mecanismo de impartición de justicia contra la exdiputada. Después de un mutis de casi 9 meses, desde que dejó la presidencia del congreso, el mismo día que circula ese rumor, el estado se le deja ir a quien fue una de los suyos ¡Extraña coincidencia!
Personalmente me resisto a creer que el gobernador quisiera hacer de la exlegisladora, la diputada más cercana a sus afectos pues, hasta donde yo tenía entendido, ésta lo ve como el padre que no ha tenido. Por la protección que le brindó los primeros años, era de suponer que este afecto era correspondido y el gobernador le brindó la guía que le ofrece un padre amoroso a su hija. Sin embargo, vivimos tiempos extraños… Repito, eso no importa, hasta el momento en el que se vuelve un móvil de venganza política.
Más allá de lo anterior, lo cierto es que valdrá mucho la pena estar pendientes de la comparecencia de la diputada Alba Cristal Espinoza. Insisto, ella es una pieza clave en la historia de distracción de recurso público que bien pudiera equipararse a la Estafa Maestra del peñanietismo o al megafraude de Infonavit en los tiempos de Roberto Sandoval. No puede, desde mi punto de vista, señalar desconocimiento del tema la extitular del Poder Legislativo, cuando es clara la existencia de un grupo criminal que tenía por principal operador al exoficial mayor Saúl Omar Bustamante Ayala y a un grupo de empleados suyos que sacaban del congreso no menos de un millón de pesos mensuales. Lo que digo no es nuevo, obra en las declaraciones que dieron a la ASEN y a la propia Fiscalía hace meses. Sostengo la tesis de que no se trata de un simple robo, sino de toda una operación interinstitucional montada en varias dependencias: SEPEN, Secretaría de Infraestructura y la Secretaría General de Gobierno, entre las más relevantes. La campaña por el senado de Cheny Jiménez -que habría costado a los nayaritas unos 15 millones de pesos y que sólo sirvió para mandar al senado a una señora respetable sí, pero que fue menos redituable para los ciudadanos que haber mandado un florero-, las movilizaciones para favorecer la campaña de Adán Augusto en pos de la candidatura presidencial de MORENA, la campaña QuELIndoesTepic, que promovía la figura de Elizabeth López Blanco para convertirla en presidenta municipal de Tepic, fueron movimientos políticos altamente costosos, que no sólo movilizaron al aparato de empleados de confianza estatal, sino también cuantiosos recursos públicos. En ese sentido, estoy seguro de que la diputada Alba Cristal tiene mucho qué declarar dentro de unas horas.
Usted, amable lector ¿decidiría asumir toda la culpa y soportar una embestida de aquellos a los que sirvió durante años, aunque esto pueda afectar su propia tranquilidad y la de sus hijos? la declaración de la diputada es crucial pues, sinceramente, dudo que decida seguir guardando silencio cuando es claro que esta por ir a la cárcel. Seguramente, la orden de aprehensión la espera a la vuelta de la esquina y los nayaritas seremos testigos de un escándalo de corrupción interinstitucional de proporciones mayúsculas. Habrá que estar muy atentos.
¿Y SAÚL BUSTAMANTE?
De buenas maneras, educado y de presencia discreta, me tocó tratar algún tema con el licenciado Saúl Omar Bustamante un par de veces en su oficina del tercer piso, en el Congreso del Estado. Iba siempre a dejarle un oficio o a consultarle sobre algún trámite propio de mi trabajo. Siempre estaba a media luz y con alguna música ambiental relajante, aquel espacio, más que una oficina de trabajo parecía un spa. El 14 de diciembre del 2021 fue designado oficial por el pleno del congreso del estado, a propuesta de la diputada Alba Cristal Espinoza.
Con un salario mensual de $84,559.00 más una compensación de $35,880.00, el funcionario percibía más o menos lo mismo que un legislador local $120 mil pesos mensuales. No es todo. En diciembre pasado, mientras se llevaban a cabo las pesquisas propias de la auditoría especial para averiguar las irregularidades durante la gestión de la diputada Alba Cristal Espinoza, salió a relucir que, adicional a esta cantidad, el oficial se autorizaba un cheque mensual por cantidades que rondaban los $100 mil pesos mensuales. Esto, me aseguran, obra en los documentos existentes sobre dicha auditoría y el mismo exoficial mayor reconoció la existencia de estos, aunque, igual que todos sus cómplices, optó por culpar de todo a la que fue la primera mujer en presidir el Poder Legislativo en Nayarit. Algo, sin embargo, no cuadra. Los ingresos del exfuncionario no son proporcionales con sus propiedades después de abandonar el cargo. Una ferretería bien surtida en la colonia San José, dos amplias propiedades adquiridas y remodeladas durante ese periodo, mismas que hoy ofrece con servicio de hospedaje, una frente a la clínica del IMSS y la otra, en la colonia Morelos, la adquisición, de contado, de un departamento en San Blas con valor de más de un millón de pesos -donde por cierto, compraron también varios legisladores y hasta un cercano colaborador del propio exoficial mayor- así como un bar que habría montado en sociedad con algunos de sus cómplices y al que llamaron con sorna “La 33” en referencia a la XXXIII legislatura -tal vez por gratitud a que de allí se obtuvieron los recursos para dichos negocios- son situaciones que la Fiscalía no debería estar pasando por alto… a menos que haya complicidades qué cubrir y consignas qué acatar, claro está.
En noviembre pasado, asqueados, los empleados del congreso descubrimos los enormes saqueos durante los dos años de ejercicio durante la Trigésima Tercera Legislatura.
Recuerdo haberme compadecido cuando circuló la versión de que el oficial mayor y un grupo de colaboradores suyos habían sido amenazados por la entonces diputada por Compostela. Esta versión perdió credibilidad cuando, al paso del tiempo, comenzaron a surgir los considerables bienes de este grupo de personajes. Si se beneficiaron y obtuvieron ganancias, no son víctimas, sino cómplices. Por eso, estoy seguro de que muchos nayaritas esperamos ansiosos, las declaraciones de la que hace no mucho, fue la mujer más poderosa de Nayarit.
ESCENA POSTCRÉDITOS: Nada ha cambiado en el congreso. Los robos al erario siguen, sólo que ahora van a parar a otras manos, a las de una dama que ha hecho de la lectura de poesía y de la distracción interinstitucional del erario sus hobbies favoritos. El destino que ha alcanzado a la diputada Alba Cristal Espinoza seguramente alcanzará, el próximo gobierno, a la dirigente partidista más cercana a los afectos del mandatario local.