En los corrillos políticos de nuestra sufrida y poco sonriente ciudad capital, circula la versión de que, cada vez que el gobernador Miguel Ángel Navarro amanece de mal humor, recurre a lo que para él es más terapéutico: desquitarse con alguna de las muchas mujeres que ejercen el poder en Nayarit y en ese sentido, uno de sus costales favoritos para golpear es la rectora de la Universidad Autónoma de Nayarit, Norma Liliana Galván Meza.
Y es que el mandatario sabe muy bien con quién ponerse. Nunca lo vimos asestar un golpe político, por ejemplo, contra el alcalde de Rosamorada, Rito Galván, no sólo cercano al diputado federal -y por unos milímetros casi senador de la república- Jorge “Fugio” Ortiz, sino principalmente a un grupo de peculiares amigos suyos que, a decir de los habitantes del municipio, pudieron haber financiado su campaña a cambio de entregar el gobierno a los criminales, como está ocurriendo. No se ha visto mucha intervención del gobierno que se autodenomina “suicida” y “kamikaze” en La Yesca, donde un grupo de extraños “asesores” deciden, junto con la síndico municipal Rosa Elena Reyes Jiménez -hija de la senadora Cheny Jiménez, quien ha servido a Nayarit con la misma productividad de una maceta en corredor de oficina de gobierno, sólo que mucho más onerosa- la obra pública y todo aquello que genera ingresos en el serrano municipio. Pero bueno, esos son temas ajenos al presente análisis, mismo que es sobre la Universidad Autónoma de Nayarit.
Creo que, a estas alturas, resulta evidente que, en la UAN ocurre algo muy parecido a lo que sucede en el Ayuntamiento de Tepic, donde no es Geraldine Ponce quien gobierna el municipio que le brindó la confianza de hacerla presidenta municipal en el 2021, sino Alejandro Galván. En la máxima casa de estudios del estado, los asuntos relevantes, se resuelven en el escritorio de Daniel Maldonado Félix, no sólo esposo de la rectora sino también su principal talón de Aquiles.
Veremos: en tan sólo 1 año y medio de ejercicio rectoral de Norma Liliana Galván Meza, las intromisiones en la UAN por parte del Titular del Poder Ejecutivo han sido más que evidentes y basta con que el gobernador mencione el nombre de Maldonado Félix, para que la responsable de la universidad agache la cabeza y guarde silencio, seguramente ante el temor de una carpeta de investigación contra su cónyuge.
Nada dijo la rectora, ni la universidad como institución, cuando la fiscalía general se metió a la Unidad de Ingeniería Pesquera en San Blas, en febrero del 2023. El escandaloso operativo para buscar supuestos estupefacientes y niñas víctima de trata de personas, terminó por ser una de las pifias que en materia de justicia ha cometido la presente administración estatal. Lo que saltó a la vista es la tibieza de la primera mujer en dirigir la Universidad ante una embestida como la del gobernador. Tibieza que también quedó evidenciada cuando detuvieron a uno de los más prestigiados académicos de la Universidad, el Dr. Marcial Ruiz Velazco ¿a qué teme la rectora?
Cerraron, con pretextos absurdos y burdos, el preescolar y la primaria “Mártires del 20 de febrero”, motivados más por fobias y por el ánimo de debilitar políticamente a la universidad, así como de desmantelar lo que alguna vez fue la base política y financiera de Luis Manuel Hernández Escobedo. Sin embargo, no pensaron en los cientos de niños que todavía hoy están siendo afectados por la puesta en marcha de una acción tan poco meditada y tan virulenta. Nuevamente, la rectora no dijo nada… ¿a qué teme la rectora?
Nada se ha dicho tampoco contra la agresiva política de reducción de derechos laborales de los profesores y administrativos, quienes permanecen en la zozobra cada final de año debido al incumplimiento del pago de sus prestaciones. Hasta ahora, estas reducciones han afectado a los trabajadores en activo, a los jubilados y a sus familias, pero no han solucionado en lo más mínimo la crisis que enfrenta la Universidad. De una limpieza profunda en las finanzas de la institución ni hablamos, no vaya siendo que brote en un hipotético proceso de limpieza el nombre de Maldonado Félix.
Esta ingobernabilidad ha generado también un clima de hostigamiento y persecución contra los trabajadores y maestros que se organizan para defender sus derechos. Como sociedad, no podemos seguir ajenos al tema ¡Algo ocurre en la Universidad Autónoma de Nayarit!… y no es nada bueno.
ESCENA POSTCRÉDITOS: La ASEN de Chava Cabrera está saliendo peor que la del Chino Benítez y la de Roy Rubio. Aviadores, audios con petición de sobornos a cambio de auditorías a modo en ayuntamientos y a funcionarios del anterior régimen. La Auditoría Superior del Estado de Nayarit es una caja de pandora que, lejos de brindar a los nayaritas la certeza de que es una institución confiable, se ha convertido en el perro de ataque de la mafia del Poder local, encabezada por Javier Mercado y Gabriel Camarena. Estaremos pendientes.
ESCENA POSTCRÉDITOS DOS: No podemos perder de vista el proceso de apoderamiento que el crimen organizado está teniendo en el norte de Nayarit. me dicen que hasta uno que otro alcalde, cuando los ciudadanos lo buscan para que cumpla con sus funciones, prefieren los munícipes, remitirlos a eso que llaman “la maña” para que sus problemas tengan una más pronta y eficaz solución. En Nayarit vivimos la “paz narca” heredada del sandovalismo que cada vez es menos paz y más narca.
