LA SERPENTINA.
Alcoholizar a menores en fiestas escolares.
Ahora fue en la prepa 13, donde se hizo una fiesta “cultural”, con alcohol, y otros ingredientes, que terminó tan mal, que incluso hubo un chico internado que seguía sin reaccionar.
Por alguna extraña razón que sólo es entendible por cuestiones comerciales y perversas, se sigue estimulando y permitiendo el consumo de alcohol en festejos escolares de menores de edad.
Mire usted lo que ocurrió este pasado jueves 7 de abril:
Ocurrió que en el marco de la semana cultural efectuada en la preparatoria número 13 de la Universidad Autónoma de Nayarit, (UAN), se cerró dicha semana “cultural”, esta semana con una fiesta en el casino llamado precisamente “Fiesta Alvarado”, ubicado en la calle Iturbide y Olivo de la colonia Moctezuma.
A esta fiesta organizada por el Comité Estudiantil de la Prepa 13, mismo que forma parte de la FEUAN, y claro con el permiso de las autoridades educativas de esta preparatoria, fueron convocados los alumnos de ambos turnos de esta prepa ubicada por la avenida P. Sánchez y Boulevard Colosio, la cita como ya lo dije, fue el pasado jueves 7 de abril, y la hora de entrada a las 8.00, una hora bien elegida considerando que había chicos y chicas adolescentes, la mayoría de ellos, asistiendo ahí con el permiso de sus padres, pues lo repito, todos eran menores de edad y la idea era que a las doce a más tardar, los adolescentes y jóvenes principiantes, se estuvieran retirando a sus casas.
Al principio todo estaba bien, incluso había guardia de seguridad en las puertas del casino Fiesta Alvarado, los jóvenes bailaban con el estruendoso sonido alquilado, pero cuando eran las 10 de la noche, “misteriosamente”, los guardias de la puerta, desaparecieron, para que se entienda mejor, se fueron, quizá terminó su turno, o quizá alguien les dio la orden de que se fueran.
A partir de las diez y once de la noche, empezaron a entrar gentes extrañas, no eran estudiantes de la prepa 13, empezaron a meter bebidas alcohólicas de todo tipo, desde el tequila, rones, whiskys, y claro, cerveza en abundancia en muchas mesas.
Y entonces empezó la borrachera en grande, sin control, sin orden, sin vigilancia, cada quien hacía lo que quería, los visitantes “externos”, invitaban de sus bebidas alcohólicas, a todo aquel que quería probar “un poco”, los chicos que no habían tomado hasta ese momento se fueron a comprar cerveza a un depósito cercano, y ya era un perfecto desenfreno.
Llegó el momento en que algunos chamacos bien borrachos, se lanzaron a la alberca, con ropa, zapatos, celulares, relojes, en fin, con todo lo que traían puesto, ya para entonces la “peda”, o sea la borrachera estaba en su apogeo; algunos estudiantes que asistieron al evento, me comentaron que las características de varios de los asistentes, era que habían consumido drogas, mínimo apestaban a mariguana.
La cosa se puso grave, nadie imponía orden, ni vigilancia, ni el comité preparatoriano, ni la FEUAN, ni las autoridades de la escuela, así que un joven estudiante de nombre ELIAS, que empezó a tomar de las muchas mesas en donde abundaba el alcohol, dada su inexperiencia, se puso hasta atrás, y al final se puso muy mal, de tal manera que empezó a vomitar, y sus padres tuvieron que internarlo en un hospital, en donde todavía al siguiente día, muy tarde, por lo noche seguía internado, pues según se supo, no reaccionaba positivamente.
De hecho, al siguiente día, el viernes, su padre fue a la prepa y dijo que si su hijo, seguía mal o empeoraba, demandaría a la FEUAN, al comité estudiantil de la prepa 13 y a la propia preparatoria, porque era inadmisible que en una escuela de jóvenes menores de edad, se permitirá fiestas sin ningún control ni vigilancia, además con la visita de promotores del vicio.
Se supo que este muchacho había tomado una bebida alcohólica con una pastilla de esas que trastornan a la gente.
Cierro este comentario preguntando: ¿tiene algo de cultural una fiesta de menores de edad aderezada con alcohol y probablemente con drogas?…hasta mañana.