Un poema de Lorca en una caja fuerte
La noticia dio la vuelta al mundo. Poco antes de fallecer, el crítico de arte, Juan Ramírez de Lucas (Albacete, 1917-Madrid 2010), legó a su familia para que lo publicase la documentación que acreditaba su relación con Federico García Lorca y que incluía una carta, un poema inédito y un manuscrito en el que vertió su drama personal: los avatares de un joven enamorado de un escritor en la cima del éxito. Cualquier novedad relacionada con la vida y obra del poeta granadino salta todas las alarmas del público y de los estudiosos de su obra pero la crisis editorial, la indecisión política y la división de una familia que no sabe qué hacer con esa herencia relentizaron que esos documentos se hicieran públicos. La carta que escribió Lorca desde la Huerta de San Vicente y el poema inédito dedicado a “Juanito” o “el rubio de Albacete” se guardan a buen recaudo en una caja fuerte. Han transcurrido cuatro años de la muerte del destinatario de la misiva, en la que el poeta le pedía que fuera fuerte y tratara de convencer a sus padres para que respetaran sus ideas, pero pocas cosas se han movido desde entonces. Durante meses, los documentos fueron analizados por expertos y hubo ofertas económicas para publicarlos pero no llegó a cerrarse ningún contrato. La crisis económica y la situación del mercado editorial tiraron por los suelos los adelantos lo que obligó a la familia de Ramírez de Lucas a replegarse en espera de mejores tiempos. Fuentes próximas a la familia, que delegó ofrecer su versión a este periódico, aseguran que aunque lentamente los papeles podrían estar moviéndose de nuevo.
En paralelo al descubrimiento de los documentos, que fueron desvelados por el diario español “EL País” y cuyo contenido fue recreado en la novela de Manuel Francisco Reina Los amores oscuros , los políticos tomaron cartas en el asunto. No hay muchas ocasiones en las que el Congreso de los diputados apruebe asuntos por mayoría absoluta y sin modificaciones. La propuesta de Asunción de las Heras, diputada de Izquierda Unida, realizada el 27 de junio de 2012 en la Comisión de Cultura de digitalizar los documentos descubiertos en esas fechas fue aplaudida por todos los grupos y se tramitó como un proyecto no de ley. El congreso instó al Gobierno a promover el contacto y la negociación entre los herederos de Ramírez de Lucas y la Fundación Lorca para que, “a ser posible, los documentos que nacieron de esa relación sentimental tuvieran un destino físico común”. Así quedó escrito en la actas del Congreso. En ningún caso se trataba de privar a los propietarios de ninguno de los originales, simplemente facilitar una copia para que fuera manejada por los historiadores que siguen investigando sobre la obra y la vida de uno de nuestros autores más reconocidos internacionalmente. Dos años después de aquella aplaudida resolución todo ha quedado en “una mera declaración de intenciones”, según la diputada que realizó la propuesta. “Hicimos varias preguntas posteriormente pero no hubo respuesas”. El asunto pasó a manos del Ministerio de Cultura y en concreto de la subdirección de archivos que realizó un par de gestiones telefónicas antes de dar por concluido el asunto. “Se trata de un bien de patrimonio documental pero los propietarios tienen la libre disposición de los bienes. Eso no se puede forzar”, explica Severino Hernández , subdirector general de Archivos. En cumplimiento del mandato del parlamento, habló telefónicamente con la Fundación García Lorca para que “sondearan” a los herederos de Ramírez de Lucas pero nunca llegó a ponerse en contacto con sus herederos.
Laura García Lorca, presidenta de la fundación que lleva el nombre de su tio,sostiene que ese preciado material no puede tener mejor destino que la institución donde se guardan más de 5000 documentos relacionados con la obra del autor de Bodas de sangre, su correspondencia y las primeras ediciones de sus libros, donde son consultados diariamente por investigadores de todo el mundo. “La propiedad intelectual de la carta y del poema firmados por Lorca nos pertenecen a sus herederos pero esos documentos y el manuscrito son propiedad de la familia Ramírez de Lucas y suyo es el derecho a decidir. Creo que es el momento de encontramos y procurar que lleguen a un acuerdo entre ellos. La publicación del conjunto de los documentos tienes interés para investigadores y lectores”. Antes de que finalice al año, está prevista la inauguración del Centro García Lorca en Granada donde se trasladarán los archivos de la Fundación.
Christopher Maurer, experto en la figura del poeta y coeditor de su epistolario completo, también opina que los documentos deben publicarse cuanto antes y ser editados por los expertos para situarlos en su contexto justo. Cree además que ha llegado el momento de avanzar en el terreno de otra retórica. “Me parece poco serio seguir hablando de sus amores oscuros. Y basta ya con la obsesión de la última carta, los últimos días, la última hora, el último amante. Dejemos las etiquetas y el ultimismo. Que Ramírez de Lucas no revelara nunca su relación con Lorca merece ser estudiado en el contexto de los tiempos que le tocó vivir. Su texto tiene interés histórico y biográfico”, añade en conversación telefónica desde Boston. En cuanto a la carta sostiene que se trata de una de las “mejores” misivas que el poeta escribió nunca.
“Debería publicarse entera. El poeta, como amigo mayor, aconseja con madurez y prudencia al joven, sobre cómo comportarse frente al padre. Son palabras sabias y serenas. Como editor de su epistolario me encantaría incorporar esa carta a la nueva edición”. Sobre el poema dedicado “al rubio de Albacete” tampoco tiene ninguna duda: “Debe formar parte de sus obras completas”. Se trata de un romance improvisado y escrito de corrido, en el reverso de una factura de la academia donde estudiaba Ramírez de Lucas a los 19 años, pero, según Maurer, quien parafrasea a Quevedo, “puede ser fascinantes aun las manchas que estos genios se quitan”.
Personalmente sabe que los asuntos relacionados con herencias y creadores suelen generar conflictos porque entran en juego elementos, a veces, difíciles de conciliar: la política, el derecho a la privacidad, el copyright, los intereses comerciales, el deseo de los lectores de saberlo todo y el del biógrafo a contarlo todo. “El mismo Lorca habló en alguna ocasión sobre su inquietud ante la fama y la violación de los privado:
‘El hombre famoso tiene la amargura de llevar el pecho frío y traspasado por las internas sordas que dirigen sobre él los otros’. Ya somos estos otros. Tratemos con seriedad su vida y sus amores”, concluye Maurer.