Laura Rangel pone el dedo en la llaga.
PUNTO CRÍTICO
No se debe utilizar el mismo criterio para aplicarlo a todos los morosos de agua potable. Deben ser casos diferenciados.
Habrá quien no pueda pagar por la debacle económica derivada de la pandemia, que arrasó con pequeños negocios que cerraron, con el despido de miles que se quedaron sin ingresos y con la estupidez de cortar el agua y el drenaje en momentos que es esencial la limpieza y la sanidad.
Ahora ni descuentos dan a la tercera edad, ni a ningún grupo vulnerable.
Le dice a los ciegos que gobiernan, que hagan estudios socioeconómicos a los morosos y que ofrezcan un programa de pagos razonable, adecuado a las posibilidades de cada ciudadano.
Clama para que el saqueador municipal, Alejandro Galván, no utilice métodos de usurero para cobrar adeudos.
Es, por decirlo con un ejemplo, lo que hace la CFE cuando corta la energía eléctrica a las bombas que abastecen de agua a la ciudad capital y joden a toda la población. No se vale y tampoco se se vale cortar el agua y menos el drenaje.
Mejor cobrar poquito y ayudar a la gente, para que en la medida de lo posible puedan pagar poco a poco.
Geraldine Ponce es parte de un proyecto que dice que “primero están los pobres”, pero en los hechos acuchilla por la espalda a cientos.
Supongo están muy contentos los que votaron por ella…
Bien por la diputada Laura Rangel.