TEPIC, EL FUEGO CRUZADO.
Por: Ulises Rodríguez.
Dice un proverbio africano que, cuando dos elefantes pelean, es la hierba la que sufre. Yo no diría que los tepiqueños estamos sufriendo, pero sí estamos en medio de una disputa por el poder entre el gobernador Navarro Quintero y los Galván-Ponce por la sucesión gubernamental del 2027. Esta disputa ha tenido varios efectos y, si me permiten la aseveración, creo que es un pleito que va perdiendo en todo el gobernador. Me explico.
La coyuntura no es nueva. Los nayaritas y, de manera particular, quienes vivimos en Tepic, vivimos un enfrentamiento similar entre el gobernador Roberto Sandoval y el alcalde de Tepic, Polo Domínguez quien, teniendo todas las posibilidades de ser gobernador, se dejó perder en su soberbia y fue superado por Antonio Echevarría García. Lo vimos también entre 2008 y 2011, cuando el gobernador Ney González trató, por todos los medios, de descarrilar el proyecto político de Roberto Sandoval, a la sazón, alcalde de Tepic. Igual sucedió un sexenio antes de eso: Antonio Echevarría Domínguez, desde la gubernatura, obstaculizaba el trabajo político de Ney González cuando este era alcalde de Tepic entre 2002 y 2005. Mucho antes de estos ejemplos, estuvieron los de Alejandro Rivas Curiel, entorpecido por Celso Delgado para que no fuera el entonces alcalde su sucesor en la gubernatura en 1993 y antes de ello, en los tiempos donde Gómez Reyes se enfrentaba a Alejandro Gascón Mercado en la sucesión del 75. El pleito no es nuevo, pues. Las condiciones tampoco, el país no es el mismo de aquellos años, ni siquiera los recientes. Hoy, el Dr. Navarro Quintero vuelve a cometer el mismo error que sus antecesores: siendo un personaje con enormes índices de repudio entre los ciudadanos, su lucha contra los Galván Ponce les ha permitido a éstos martirizarse y capitalizar la inconformidad ciudadana hacia el gobernador. Es decir, mucha gente sabe que los Galván-Ponce son tremendamente corruptos, pero hasta ahora han sido los únicos que parecen enfrentarse con el gobernador y eso les genera apoyo político, indiscutiblemente. Eso no quiere decir que sea una situación definitiva. Este 2025 aparecerán más actores políticos que, seguramente, comenzarán a recorrer el estado y eso puede cambiar la dinámica que prevalece hasta hoy.
Mientras tanto, los tepiqueños observamos cómo el ayuntamiento de Tepic se ha convertido en un campo de batalla donde dos fuerzas se miden, no por hacernos el bien a los habitantes del municipio, sino para asegurarse el control político del estado en el 2027 y con ello, los recursos económicos que tienen Nayarit que, realmente, es lo que a ambas facciones les interesa.
RADIOGRAFÍA DE EDILES
En diciembre, cuando se presentó, por parte del ayuntamiento de Tepic, el paquete económico para el 2025, se desató la primera disputa entre el grupo que promueve las aspiraciones de Geraldine Ponce y Alejandro Galván a la gubernatura del estado -sí, amable lector, 2 x 1- contra quienes obedecen los intereses del gobernador Navarro Quintero. La oposición interna la ha liderado, indiscutiblemente, el regidor Luis Zamora, de Movimiento Ciudadano. Lo hace, creo yo, más que desde su perspectiva de regidor opositor, como el principal contendiente de Geraldine Ponce en las elecciones de junio del 2024 y también como quien tiene más posibilidades de disputar en el 2027 otra vez el gobierno de Tepic. No es un héroe, desde luego. Cuesta pensar que lo mueve el interés de los ciudadanos cuando, entre 2021 y 2024 votó a favor todas las propuestas del gobernador que tanto daño han causado a los nayaritas. Sin embargo, personalmente celebro lo que está haciendo en el actual ayuntamiento porque al menos, por un juego político que privilegia sus propios intereses, los ciudadanos podemos conocer los latrocinios de los Galván Ponce que, tal vez, de no estar él allí, sería más difícil que conociéramos. Fue el regidor emecista quien aglutinó en torno suyo al grupo de regidores cercanos al gobernador Navarro Quintero, quienes reciben instrucciones de Elizabeth López Blanco a través de Gerardo Aguirre Barrón, reconocido sandovalista hoy en funciones de operador político del régimen ¿la razón? Los regidores impuestos por el mandatario estatal tienen un importante déficit neuronal que les impediría, biológicamente, argumentar cualquier tema medianamente técnico y estar al frente de cualquier enfrentamiento de mediano pelo. Son soldados rasos, no líderes. En la anterior descripción entran también los regidores del verde ecologista.
Inicialmente, el regidor panista Juan Guerrero votaba todo lo que los Galván-Ponce ponían sobre su escritorio. El incumplimiento de acuerdos económicos con el edil, por parte de la familia que gobierna Tepic, permitió que Juan medio le hiciera honor a su apellido y se pasara a la fila de los regidores opositores al ayuntamiento, mismos que no tienen nada de rebeldes, como ellos mismos se han autodenominado. Todos tienen intereses qué defender que no son los nuestros. La prueba está en que los regidores reelectos Iván Petrovich y Toño Martínez, hace no mucho defendían los intereses de la presidenta municipal. La misma propuesta que este diciembre rechazaron con vehemencia, en el 2021, 2022 y 2023 la aprobaron con orgullo y la justificaron con convicción.
¿Es esto lo deseable? Desde luego que no. Pero, personalmente, creo que es mil veces mejor esta disputa que, al menos, nos permite saber los ciudadanos lo que se pretende hacer con los recursos del gobierno municipal que lo que ocurre, por ejemplo, en el congreso del estado o en el poder judicial, sometidos vergonzosamente ambos poderes al titular del Poder Ejecutivo o, mejor dicho, a quienes mandan por encima de él.
DISPUTAS PRESUPUESTALES
Las disputas comenzaron con la presentación, a principios de diciembre pasado, de la ley de ingresos para el 2025. Como es su costumbre, los Galván Ponce juraban y perjuraban que no venían incrementos que lesionaran el bolsillo de los ciudadanos. Como es su costumbre también, mintieron. La palabra que más se mencionó en el documento es, precisamente, “incremento”. El congreso del estado, desde luego, en uso de sus facultades constitucionales y, con plena obediencia hacia palacio de gobierno, votó en contra de dicho proyecto.
Vino después la posibilidad de institucionalizar “La gerencia de la ciudad”. Una super oficina que, de haber sido aprobada, hubiera funcionado como una especie de vice-alcaldía cuyo titular, desde luego, hubiera sido Alejandro Galván. Dicha oficina concentraría varias direcciones estratégicas no solo para la obtención de recursos económicos sino para la operación política de su proyecto con miras al 2027. El recurso que manejaría sería de al menos 30 millones de pesos. La propuesta fue frenada por los regidores afines al gobierno estatal, los del verde, por el de Movimiento Ciudadano y por el regidor del PAN. Qué bueno que ocurrió así, porque si no, unos días después, cuando la propia Geraldine Ponce subió en sus historias una tierna foto de su pequeña hija María besando a Alejandro Galván, el padre de la niña hubiera quedado demostrado -una vez más- el nepotismo de esta familia que han reducido al ayuntamiento a simple negocio familiar.
Vino luego el presupuesto de egresos y la misma historia: dotar de recursos las áreas en las que Galván está interesado política y económicamente. Privilegiar la promoción mediática de la pareja y su estilo de vida. Nuevamente, el mismo grupo de regidores detuvo la propuesta.
No, la crisis política que vive Tepic no es una dicotomía entre buenos o malos, ni entre regidores valientes o traidores, es, cuando mucho, una disputa territorial por el poder y los recursos, cuyo desenlace conoceremos en un par de años. Mientras tanto, ojalá que el enfrentamiento siga porque mal o bien, es un contrapeso necesario.
ESCENA POSTCRÉDITOS: En un video publicado también en sus redes sociales, el regidor Saúl Paredes salió a recriminar a los regidores del gobernador y a acusarlos de traición. Habló de las prerrogativas que exigían y de las peticiones que hacían a cambio de su voto. Se le olvida al regidor cómo, en funciones de secretario del ayuntamiento, en 2022 solicitó un préstamo al ayuntamiento por 365 mil pesos sin intereses, mismo que afirma haber pagado, aunque no tengamos de ello noticias. Por salud pública, deberíamos todos conocer las exigencias que dice hicieron otros regidores, por cierto.