DESTERRAR A RODRIGO BENÍTEZ ¿LA CONSIGNA?
Por: Ulises Rodríguez
Más que el propio titular del Poder Ejecutivo es una mafia extensa la que gobierna nuestro estado. En el tablero de esta, el gobernador Navarro es una pieza de medio pelo que funge apenas como facilitador de muchas cosas. La mafia del poder que describía el expresidente López Obrador es real y así como él forma parte de ella desde hace ya algunos años, en Nayarit, la mafia local tiene el control de la administración de un hombre que dijo luchar contra esta mafia de intereses creados durante años y que hoy se ha convertido en un buen embajador de estos. No, no solo son integrantes del crimen organizado, son toda clase de intereses que no se conforman con impedir el desarrollo de la entidad, sino que se han adueñado de la tranquilidad y la vida de muchos ciudadanos.
Esta mafia tuvo como eficaz operador al magistrado Rodrigo Benítez Pérez. Primero, como juez al servicio de la Fiscalía en los tiempos de Edgar Veytia, luego como funcionario en la propia Fiscalía, donde desaparecía pruebas de investigaciones que tenían que ver con casos de desaparición forzada, luego como subfiscal, donde fue el encargado de perseguir a opositores políticos y de armar las carpetas de investigación a personajes cuyas propiedades y recursos deseaban Diana López, Gabriel Camarena y Javier Mercado. Fue Benítez el verdugo de muchas personas inocentes y de otros que, siendo culpables, no fueron sujetos a un proceso apegado a derecho, sino a uno tan desaseado como el que enfrenta el propio Rodrigo el día de hoy.
La cantidad de información, de pruebas, de nombres, fechas y lugares que debe tener Benítez Pérez es suficiente para que la mafia a la que sirvió esté preocupados de que no vaya a la cárcel. Lo quieren lejos sí, pero no quieren un cabo suelto. La salida salomónica a todo esto es darle elementos para que su proceso jurídico sea lo más largo posible y lo enfrente fuera del estado, escondido en algún lugar del país o del extranjero. Igual que ha ocurrido con otras figuras cercanas al gobernador Navarro, éste dejó de confiar en Benítez desde hace tiempo y la paranoia que se agiganta en la soledad de palacio lo situaba entre el grupo de conspiradores que buscaban sacarlo del poder. El primer vestigio de este cambio de actitud vino en septiembre del año pasado, la misma mañana en la que fue designado magistrado por la mayoría de los integrantes de la XXXIII Legislatura y fue notificado, presumiblemente por Javier Mercado, que sería magistrado sí, pero no sería presidente del Tribunal Superior de Justicia y que la persona que él había recomendado para ocupar el lugar que él dejaba vacante como subfiscal no sería tomada en cuenta, pues a ese espacio sería enviado el licenciado Daniel Cortés Araujo, un muchacho que responde enteramente a los intereses de Camarena y de Diana López. Una recomendación más: se le pedía bajo perfil. La Fiscalía General de la República lo traía ya en la lista por presión de los grupos de rastreadoras que tenían la certeza de que el novel magistrado había cooperado con grupos criminales para entorpecer las carpetas de investigación de sus familiares víctimas de desaparición forzada. Poco más de un año se pudo sostener a Benítez.
Hoy, en una sesión donde deliberadamente se descuidó la presunción de inocencia y el debido proceso, el pleno del H. Congreso del Estado ha desaforado al que hace un año designaron como juzgador. Es quizá esta acción el último regalo del régimen, de la mafia a la que sirvió, pues saben bien que podrá ser usada por su defensa para atacar las fallas procesales en el procedimiento legislativo. Esta tarde quedó muy clara la ruta: la mafia, el régimen, quieren lejos a Rodrigo Benítez. No tienen nada qué perdonarle, porque son tan cómplices como él, pero lo condenan al destierro.
Rodrigo Benítez decía ser como un hijo para el Dr. Navarro. Lo presumía. Donde hoy esté, seguramente recuerda aquella escena donde el zar Iván IV de Rusia, mejor conocido como “el terrible”, presa de un ataque de ira azota con su báculo la sien de su hijo y heredero al trono después de una discusión, matándolo casi instantáneamente. Como sea, en el exilio, seguramente Benítez tendrá tiempo para reflexionar sobre lo ocurrido.
ESCENA POSTCRÉDITOS: En un hilo de comentarios, la señora María Méndez, madre de la presidenta municipal de Tepic, Geraldine Ponce, defendió a golpes de reacciones de “me divierte” las acusaciones de corrupción contra el gobierno que su hija encabeza. Sostiene la señora que, quienes escribimos o criticamos al ayuntamiento de Tepic, lo hacemos pues perseguimos alguna clase de interés económico. En mi caso particular, la señora se equivoca. Ella defendió con vehemencia la honradez de su hija y del gobierno que preside. Con la misma vehemencia yo sostengo que el gobierno de su hija es de los más corruptos que hemos padecido los nayaritas. Con el ánimo de extenderme más en mis alegatos, la próxima colaboración será sobre este tema en particular, pero hoy era más importante reflexionar sobre el desafuero del magistrado Rodrigo Benítez.
ESCENA POSTCRÉDITOS 2: El paquete fiscal que entregó el secretario de Hacienda a la cámara de diputados federal contiene un recorte presupuestal para Nayarit del 3.96% aproximadamente en el gasto federalizado. Esperemos que los diputados federales se pongan del lado de Nayarit y logren revertir este recorte presupuestal. Si con el presupuesto de este año, el gobierno tiene sin insumos los hospitales y laboratorios públicos en Nayarit, si no ha alcanzado a pagarle a los maestros, ahora imagínense con menos recurso ¡Llegó la hora de nuestros diputados federales de hacer algo!