Ojo clínico.
¡MUJER ES… IGUALDAD, RESPETO, DIGNIDAD!
El 8 de marzo de 1908, cerca de 15 mil mujeres marcharon en la ciudad norteamericana de Nueva York y 129 trabajadoras de una fábrica se declararon en huelga, en demanda de los mismos derechos, salario y jornada laboral que sus compañeros varones.
A partir de 1975, en el marco del “Año Internacional de la Mujer”, la ONU instituyó el 8 de marzo como el “Día Internacional de la Mujer”. Para este 2023, dicha conmemoración tendrá como motivo, “Por un mundo digital inclusivo: innovación y tecnología para la igualdad de género”.
Si bien es cierto que año con año y por méritos propios, las mujeres han ido ganando espacios en la vida pública a nivel mundial, también es cierto que lamentablemente no hemos podido erradicar de nuestra sociedad, la violencia de género en su contra.
Y como ejemplo de ello habría que destacar en la actual coyuntura nacional, la patética, vergonzosa, preocupante y muy lamentable campaña de desprestigio que enfrenta la Presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Lucía Piña Hernández, que se ha traducido en todo tipo de acusaciones, señalamientos, denostaciones y descalificaciones, promovidas incluso desde la propia Presidencia de la República, con el único y evidente propósito de desacreditar su imagen pública, todo por una evidente falta de afinidad (o sumisión) con el proyecto político del presidente de México.
Pero lo más lamentable, sin duda, ha sido el silencio que han guardado sus congéneres a nivel nacional. En muchos casos, figuras de la política que por años habían hecho suyo el discurso del respeto a la dignidad de las mujeres y el rechazo a la violencia de género, y me refiero por ejemplo a la Jefa de Gobierno de la CDMX, al día de hoy la propuesta más sólida de Morena para contender por la presidencia en 2024.
Pero también hay gobernadoras, senadoras, diputadas federales, incluso aquí a nivel local, tenemos mujeres ocupando cargos públicos y de elección popular, quienes han guardado mutis por no contravenir la postura del presidente, no obstante que este asunto ha detonado ya en una “velada” amenaza de muerte en contra de la ministra Norma Piña, que como lo ha reconocido públicamente un delegado del gobierno federal en Nayarit, es “por andar liberando delincuentes del viejo régimen”.
Esta lucha legítima es sin duda una lucha de las mujeres por las mujeres y en ese sentido, vale la pena recordar aquella frase de la escritora afroamericana y activista por los derechos civiles, Aude Geraldine Lorde, quien decía: “no seré una mujer libre mientras siga habiendo mujeres sometidas”. ¡Al tiempo!
#OjoClínicoPoloDomínguez