¡Cuando el apodo te describe!
OJO CLÍNICO.
La semana anterior el nombre de Nayarit le dio la vuelta al mundo, debido a las revelaciones que hiciera el exfiscal de Nayarit Edgar Veytia, “testigo protegido” en el juicio que enfrenta el exsecretario de seguridad pública de México, Genaro García Luna.
Seguramente para los nayaritas no hay ninguna sorpresa en sus declaraciones, pues todos sabemos de lo que fue capaz, incluso me parece que hasta se quedó corto y que también mintió y exageró para ganar “beneficios” en el proceso legal que por su parte él enfrenta.
Es verdaderamente indignante el cinismo con el que de acuerdo con las crónicas periodísticas, el exfiscal Veytia relató ante el jurado de la Corte de Brooklyn, las atrocidades que cometió en contra de los nayaritas, en contubernio sin duda, con su jefe por más de nueve años -aunque pretenda hoy deslindarse-, Roberto Sandoval.
Los nayaritas no debemos de olvidar esa etapa negra en la vida pública de nuestro estado, porque solo así evitaremos que algún día se repita. Y es que a propósito de los cuestionamientos que extraña y sorpresivamente han surgido en los últimos días en contra de algunas obras realizadas durante mi periodo como presidente municipal de Tepic, las revelaciones del exfiscal me permiten recordar las dificultades que durante los tres años de mi gobierno enfrentamos contra Edgar Veytia y Roberto Sandoval, en ese entonces gobernador de Nayarit éste último.
Fueron tres años de una constante retención de los recursos federales asignados al municipio, con el único propósito de ahorcar las finanzas municipales e impedir la realización de obra pública o el mejoramiento de los servicios públicos. Pero además enfrentamos situaciones como la toma de la presidencia municipal por parte de trabajadores del SITEM, o con el paro de policías, o el sabotaje a las instalaciones de la red de agua potable del SIAPA, o incluso ordenando a jueces emitir resoluciones contrarias a derecho en perjuicio del gobierno municipal y por consecuencia de los tepicenses, llegando incluso hasta privar ilegalmente de su libertad a colaboradores del municipio, en una abierta amenaza por el hecho de no aceptar someternos a exigencias como el mando único policial, entre otras acciones, todo ello, acompañado de una profusa estrategia de comunicación social para tratar de empañar nuestra gestión municipal.
Lo cierto es que ahí quedaron las obras y las acciones que realizamos durante esos tres años en beneficio de los tepicenses y que dan cuenta de lo que pudimos hacer, seguramente con errores y aciertos, pero que hoy, a 6 años de haber dejado la presidencia municipal, esas obras no han tenido que recibir ningún tipo de mantenimiento o reparación, lo que sin duda da cuenta de la calidad y la responsabilidad con que fueron ejecutas.
Más allá de los señalamientos que últimamente se han desatado en mi contra con el evidente propósito de tratar de desacreditar mi imagen pública, me parece que debemos de poner nuestra mira en la unidad de todos los nayaritas y sumar esfuerzos para alcanzar mejores niveles de bienestar para todos, pues estas “grillas” estériles en nada benefician a los actores políticos que las promueven y tampoco redundan en una mejor calidad de vida para la gente.
Finalmente y apelando al beneficio de la duda, ¿se imaginan cuántas muchas cosas más pudimos haber hecho desde la presidencia municipal, si no hubiéramos tenido en contra al gobierno estatal, al gobierno federal y “al diablo”, como le llaman al exfiscal? ¡Al tiempo!
#OjoClínicoPoloDomínguez